Esta semana estaba dispuesta a llevar una dieta sana y equilibrada y ayer pensaba cenar un par de pechugas de pollo con un poco de lechuga. Entonces, al abrir la nevera me saltaron a la vista un paquete de tortillas de maiz que compré el otro día y se me ocurrió alegrarme el día con unas fajitas de pollo.
Seguramente un mexicano te dirá que estas fajitas no tienen que ver con las suyas, pero a mi me parecen una aproximación estupenda y mucho más digestivas.
Ingredientes de las fajitas de pollo
- 2 pechugas de pollo
- 2 pimientos verdes
- 1 cebolla grande
- 2 pimientos rojos
- 2 cucharadas de aceite
- 1 sobre de sazonador de fajitas
- 8 tortillas de maiz
Sazonador de fajitas
Por si no tienes sazonador de fajitas en casa y no te va bien comprarlo o, simplemente, si prefieres tirar de las especias que tienes por casa, el sazonador lleva:
- 1/4 de taza de Chile en polvo
- 2 cucharaditas de sal marina
- una cucharada de las siguientes especias en polvo: ajo, cebolla, cayena y comino.
Lo importante, es que pique 🙂
Elaboración de las fajitas de pollo
- Empieza picando la cebolla, los dos pimientos rojos y los dos pimientos verdes. No hace falta que lo piques muy pequeño. En las fajitas, casi se agradece que tengan un buen tamaño.
- A continuación, primero filetea las pechugas de pollo (no muy finas) y córtalas en tiras y salpimiéntalo. Yo no le echo mucha sal, pero sí me gusta echarle bien de pimienta.
- Pon una sartén grande en el fuego con una poquito de aceite. Cuando el aceite empiece a estar caliente, echa el pollo troceado. Cuando esté todo blanquito, lo sacas de la sartén y lo reservas un rato.
- En esa misma sartén, echa una cucharadita de aceite más y añade la cebolla picada. Cuando la cebolla esté transparente, añade los dos pimientos rojos y los dos pimientos verdes.
- Dejamos que se poche todo bien durante unos minutos y añadimos de nuevo el pollo.
- Es el momento de echar el sazonador especial para fajitas. A mi me gusta ser generosa y le echo medio sobre. ¡Ojo que lo deja picantón!
- Debes dejarlo a fuego suave unos minutos más. Cuando veas que el pollo ya está bien hecho, lo apartas del fuego, pero dejándolo en la sartén para mantener el calor.
- Coge otra sartén y ponla al fuego y cuando esté caliente, calienta cada fajita de una en una por las dos caras. Sólo un golpe de calor, no hace falta dejarlas mucho rato para que no se calcinen.
Montaje de las fajitas
Para montar las fajitas, pon la tortita en un plato, sobre ella, en el centro, pones un par de cucharadas del preparado de pollo que acabamos de cocinar. Doblas la tortita por abajo, para que el jugo no te manche cuando le hinques el diente, y luego doblas los laterales, derecho e izquierdo o a la inversa, según la mano del chef.
Otra opción, si no quieres complicarte la vida, es servirlo por separado; pon las tortitas en un plato y el relleno en un bol, lo sitúas en el centro de la mesa y cada comensal que se apañe con sus fajitas, así según cada uno prefiera, se la puede poner más o menos cargada.
Al final, queda una deliciosa fajita, sencilla y, por una vez, algo distinto a lo que habitualmente cenamos. ¿Cuándo las vas a hacer tú?
Pazuqui dice
¿Tú nunca haces catas? A ver si algún día te estiras y me invitas….
¡¡¡Tienen muy buena pinta!!!