Situado en una punta del Pedregalejo encontramos este chiringuito, un restaurante de los de toda la vida modesto y sencillo, pero con muy buen pescado.
El local está totalmente acristalado y dispone también de una terraza frente a la playa donde puedes ver cómo asan los espetos en la casita que tienen sobre la arena. Podríamos decir que está a medio camino entre el típico chiringuito playero, dada su ubicación y apariencia, y un restaurante más tradicional, dado el servicio de mesas y la calidad del producto.
Miguelito el cariñoso ofrece una cocina marinera especializada en espetos y pescaíto frito, muy bien frito por cierto.
El servicio es muy amable y, por lo general, bastante rápido. La relación calidad precio es muy correcta. Siempre está lleno y conviene reservar.
¡LO TIENES QUE PROBAR!
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¿Qué DICEN los triperos?
Fuimos un sábado y lo tenían todo lleno. El personal fue muy amable y nos hicieron un hueco aunque no teníamos reserva. Tuvimos que comer muy pronto. Todo estaba muy rico, en especial las berenjenas fritas y los salmonetes.
El pescaíto frito estaba muy rico y tiene mucho encanto la barquita en la playa asando espetos. Es imprescindible reservar, pues siempre está lleno.
No soy yo muy fan del pescado, pero estaba todo muy bueno. ¡Hasta los salmonetes! Muy rica la ensaladilla y un notable alto para el arroz con leche.