El confinamiento me está sirviendo para mejorar mis dotes culinarias y, de paso, colaboro un poco en el blog familiar, que me tiene frito mi prima con que haga alguna recetilla. Pues ahí voy con algo sencillo, pero muy tradicional y muy rico: una sopa de ajo de las de toda la vida. Un viaje a la infancia.
Ingredientes para la sopa de ajo
- Aceite
- Ajo
- 3 rebanadas de pan duro
- Pimentón dulce
- 200 ml de caldo de pollo
- 200 ml de agua
- 2 huevos
- Sal
Cómo preparar la sopita de ajo
- Coge una cacerola, cubre el fondo con aceite y ponlo a calentar.
- Pica un diente de ajo y lo sofríes en el aceite. Antes de que se dore, lo retiras y lo apartas para luego.
- En ese mismo aceite, coges 3 rebanadas de pan duro y lo tuestas un poquito… por los dos lados.
- Ahí mismo, sobre el pan, echas el pimentón dulce y le añades el caldo de pollo y un vaso de agua. Si quieres pon sólo agua o solo caldo, yo le añado las dos cosas.
- Añade la sal y el ajito picado que teníamos reservados.
- Cuando empieza a cocer un poquito, le echas dos huevos y a remover.
Consideraciones extra para la receta de la sopa de ajo
Yo pongo caldo de pollo y pongo agua, pero se podría poner solo caldo de pollo o solo agua, en este caso, quizás añadir un cubito de caldo concentrado para darle sabor, ¿no?
Yo echo los huevos directamente y los remuevo dentro de la sopa, pero siempre he visto a mi madre que los batía antes de añadirlo a la sopa. No me quiero guardar ningún truco, así que ahí os dejo las dos opciones.
En fin, la sopa de ajo no tiene más misterio. ¿Fácil, no? Pues oye, sabe a gloria. ¡Qué aproveche!
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